
En ésta sección los comentarios serán diversos y vigentes, reflexiones varias, para esperar el comentario de ustedes. La pregunta a comentar es: ¿cuáles son los criterios por los cuales definimos las decisiones? Espero las reflexiones de ustedes, gracias.
Tsunami: "No hay dónde pasar la noche"
Cuando parecía que todo estaba organizado, y cada uno tenía previsto cómo pasar sus vacaciones, el final del año nos trajo a la conciencia que el tiempo y el espacio todavía no son de nuestro dominio. Trágicas fechas de fin de año para muchas familias de todo el mundo. Personas procedentes de distintas partes del globo, personas de clases sociales diversas se dieron cita en un mismo lugar. Y de allí como por milagro nace del dolor, una luz de esperanza, la humanidad tiene sentido para el hombre. Todo cambió en cuestión de segundos, y todos fuimos testigos de las causas del mismo dolor. Cuando no salíamos de nuestro asombro surgió la duda, si fue posible prever la catástrofe provocada por el tsumani. Si, lo más grave es saber que sí se dio aviso dos horas antes del maremoto, y por falta de recursos y entrenamiento, los 11 países afectados no alcanzaron a actuar. La BBC señala que “los países donantes han prometido cerca de US$4.000 millones y varias naciones han anunciado el congelamiento de la deuda de países afectados.” Y en un instante, todos fuimos víctimas de la pobreza y de la falta de conocimiento, no bastaron los hoteles de lujo y los pasajeros de acomodada situación para librarse de la fuerza de la naturaleza. Somos testigos, sin querer serlo, de que la falta de medios y recursos nos afecta más cuando la tecnología y el conocimiento crecen de manera desigual, o no brindan las mismas oportunidades para todos. El paraíso no parecía necesitar otra cosa que playa y sol, y un servicio de lujo. Qué paradoja fue entender de este modo, que lo óptimo no es contar con los recursos, si se carece de criterios que definan prioridades y a actuar sobre ellas con tecnología y educación. Y si a los hechos le agregamos el significado profundo de la Navidad, parecen darnos un aviso, la humanidad es una en su diversidad, como el Niño que nació sin encontrar un lugar entre nosotros. Porque desprovistos de todo, lo único que cuenta es el otro como una reivindicación del sí mismo que somos. Me impactó la decisión de muchos de permanecer como voluntarios, de amigos de víctimas que se sumaban. La acción desinteresada y generosa de muchos países por actuar sirviendo a los demás. Un turista francés con angustia le relataba a la televisión alemana, mientras empujaba una improvisada coruña, porque decidió permanecer en el lugar como voluntario, “mire a su alrededor, esto era una playa con palmeras de un hotel de lujo, y ahora no hay diferencia todos somos iguales... y no hay dónde pasar la noche.”
Melania Bartholomew
Publicada en El Mostrador, Carta al Director: http://www2.elmostrador.cl/modulos/cartaaldirector/ver_carta.asp?id_carta=11283
Cuando parecía que todo estaba organizado, y cada uno tenía previsto cómo pasar sus vacaciones, el final del año nos trajo a la conciencia que el tiempo y el espacio todavía no son de nuestro dominio. Trágicas fechas de fin de año para muchas familias de todo el mundo. Personas procedentes de distintas partes del globo, personas de clases sociales diversas se dieron cita en un mismo lugar. Y de allí como por milagro nace del dolor, una luz de esperanza, la humanidad tiene sentido para el hombre. Todo cambió en cuestión de segundos, y todos fuimos testigos de las causas del mismo dolor. Cuando no salíamos de nuestro asombro surgió la duda, si fue posible prever la catástrofe provocada por el tsumani. Si, lo más grave es saber que sí se dio aviso dos horas antes del maremoto, y por falta de recursos y entrenamiento, los 11 países afectados no alcanzaron a actuar. La BBC señala que “los países donantes han prometido cerca de US$4.000 millones y varias naciones han anunciado el congelamiento de la deuda de países afectados.” Y en un instante, todos fuimos víctimas de la pobreza y de la falta de conocimiento, no bastaron los hoteles de lujo y los pasajeros de acomodada situación para librarse de la fuerza de la naturaleza. Somos testigos, sin querer serlo, de que la falta de medios y recursos nos afecta más cuando la tecnología y el conocimiento crecen de manera desigual, o no brindan las mismas oportunidades para todos. El paraíso no parecía necesitar otra cosa que playa y sol, y un servicio de lujo. Qué paradoja fue entender de este modo, que lo óptimo no es contar con los recursos, si se carece de criterios que definan prioridades y a actuar sobre ellas con tecnología y educación. Y si a los hechos le agregamos el significado profundo de la Navidad, parecen darnos un aviso, la humanidad es una en su diversidad, como el Niño que nació sin encontrar un lugar entre nosotros. Porque desprovistos de todo, lo único que cuenta es el otro como una reivindicación del sí mismo que somos. Me impactó la decisión de muchos de permanecer como voluntarios, de amigos de víctimas que se sumaban. La acción desinteresada y generosa de muchos países por actuar sirviendo a los demás. Un turista francés con angustia le relataba a la televisión alemana, mientras empujaba una improvisada coruña, porque decidió permanecer en el lugar como voluntario, “mire a su alrededor, esto era una playa con palmeras de un hotel de lujo, y ahora no hay diferencia todos somos iguales... y no hay dónde pasar la noche.”
Melania Bartholomew
Publicada en El Mostrador, Carta al Director: http://www2.elmostrador.cl/modulos/cartaaldirector/ver_carta.asp?id_carta=11283
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