
Para seguir soñando, ésta sección te traerá un cuento, para que lo cuentes.. El tema a conversar es
¿Qué personas conocemos, son un ejemplo por sus cualidades y su voluntad?, ¿necesariamente son conocidos o también pueden ser anónimos??
Espero las reflexiones y recuerdos de ustedes.
¿el poder del sonido?
En más de una oportunidad hemos participado con amigos o familiares en charlas, para solucionar problemas, en defender ideas, para reflexionar sobre distintos aspectos. Pero cualquiera sea el tema, religioso, político o económico; demostramos nuestro interés por convencer a los demás, por los ideales que nos impulsan, por los que creemos, por lo mejor.
Y tal vez, en esas mismas ocasiones sentimos que nuestra realidad está muy alejada del poder, de los que deciden, nos sentimos pequeños, no vistos, desapercibidos. Creyendo con ello que nuestras palabras quedarán rondando nuestra casa, sin que nadie se preocupe por ellas.
Pero ¿puede quedar todo ese caudal de fuego y pasión por lo que amamos y creemos, en el olvido? Ciertamente no. Y voy a poner un ejemplo para destacar que siempre es posible encontrar un espacio para opinar y defender nuestros sueños. Que los sueños se hacen realidad.
Un músico, Bob Geldof, un soñador, trovador, fue capaz de organizar un concierto global éste mes, es decir organizó un concierto que se transmitió al mismo tiempo en ocho ciudades de Europa, Norteamérica y Asia. El mundo se unió con la música y por una sola causa: eliminar la pobreza en África.
¿Puede un sueño llegar a tanto?, ¿por qué la música cautivó a millones de personas en el mundo que fueron, vieron o escucharon a sus artistas favoritos?, puede la emoción y la solidaridad cambiar las decisiones de los países desarrollados.
Tal vez es muy ingenuo pensar que sí, pero no es absurdo el esfuerzo, prueba de ello fue que al mismo tiempo se efectuaba en Edimburgo, la capital de Escocia, la cumbre de los 8 países más poderosos del mundo. Y la combinación armoniosa de sonidos, el arte, la música, la humanidad conmovida por el dolor y la pobreza pudo ocupar la atención de quienes deciden.
EL organizador del mega evento, Geldorf, defendía su postura de fuerza pacífica afirmando: “Gandhi liberó un continente, Martin Luther King liberó un pueblo, Nelson Mándela liberó un país. Esto funciona. Ellos escucharán”, refiriéndose a los mandatarios de los ocho países reunidos en Escocia.
Para sorpresa de muchos, y alegría de todos, la cancelación de la deuda y aumento de la ayuda a África son algunos de los resultados de la cumbre.
La cumbre de los países más poderosos alzó la mirada y escuchó cantar; los artistas supieron junto con su público, cautivar los corazones.
El arte y la política curiosamente dialogaron, ambos escucharon las necesidades del otro, y fueron capaces de conciliar decisiones.
Al igual que en casa en un día cualquiera, cuando dialogamos con amigos, cuando digo lo que pienso sin ánimo de ofender, pero sí de hacerme oír. El arte nos demostró que es posible soñar, y pensar que todas las formas de expresión de los hombres son valiosas, el arte, la música, la política, el poder. Todo es valioso y bueno cuando están al servicio de procurar el bien a los demás.
No perdamos la oportunidad de desarrollar todas las virtudes, y talentos que tenemos, que son expresión de lo que somos y a lo que hemos venido. Que un proyecto exitoso, comenzó siendo un sueño, de un valiente que se atrevió a soñarlo invitando a los demás.
En más de una oportunidad hemos participado con amigos o familiares en charlas, para solucionar problemas, en defender ideas, para reflexionar sobre distintos aspectos. Pero cualquiera sea el tema, religioso, político o económico; demostramos nuestro interés por convencer a los demás, por los ideales que nos impulsan, por los que creemos, por lo mejor.
Y tal vez, en esas mismas ocasiones sentimos que nuestra realidad está muy alejada del poder, de los que deciden, nos sentimos pequeños, no vistos, desapercibidos. Creyendo con ello que nuestras palabras quedarán rondando nuestra casa, sin que nadie se preocupe por ellas.
Pero ¿puede quedar todo ese caudal de fuego y pasión por lo que amamos y creemos, en el olvido? Ciertamente no. Y voy a poner un ejemplo para destacar que siempre es posible encontrar un espacio para opinar y defender nuestros sueños. Que los sueños se hacen realidad.
Un músico, Bob Geldof, un soñador, trovador, fue capaz de organizar un concierto global éste mes, es decir organizó un concierto que se transmitió al mismo tiempo en ocho ciudades de Europa, Norteamérica y Asia. El mundo se unió con la música y por una sola causa: eliminar la pobreza en África.
¿Puede un sueño llegar a tanto?, ¿por qué la música cautivó a millones de personas en el mundo que fueron, vieron o escucharon a sus artistas favoritos?, puede la emoción y la solidaridad cambiar las decisiones de los países desarrollados.
Tal vez es muy ingenuo pensar que sí, pero no es absurdo el esfuerzo, prueba de ello fue que al mismo tiempo se efectuaba en Edimburgo, la capital de Escocia, la cumbre de los 8 países más poderosos del mundo. Y la combinación armoniosa de sonidos, el arte, la música, la humanidad conmovida por el dolor y la pobreza pudo ocupar la atención de quienes deciden.
EL organizador del mega evento, Geldorf, defendía su postura de fuerza pacífica afirmando: “Gandhi liberó un continente, Martin Luther King liberó un pueblo, Nelson Mándela liberó un país. Esto funciona. Ellos escucharán”, refiriéndose a los mandatarios de los ocho países reunidos en Escocia.
Para sorpresa de muchos, y alegría de todos, la cancelación de la deuda y aumento de la ayuda a África son algunos de los resultados de la cumbre.
La cumbre de los países más poderosos alzó la mirada y escuchó cantar; los artistas supieron junto con su público, cautivar los corazones.
El arte y la política curiosamente dialogaron, ambos escucharon las necesidades del otro, y fueron capaces de conciliar decisiones.
Al igual que en casa en un día cualquiera, cuando dialogamos con amigos, cuando digo lo que pienso sin ánimo de ofender, pero sí de hacerme oír. El arte nos demostró que es posible soñar, y pensar que todas las formas de expresión de los hombres son valiosas, el arte, la música, la política, el poder. Todo es valioso y bueno cuando están al servicio de procurar el bien a los demás.
No perdamos la oportunidad de desarrollar todas las virtudes, y talentos que tenemos, que son expresión de lo que somos y a lo que hemos venido. Que un proyecto exitoso, comenzó siendo un sueño, de un valiente que se atrevió a soñarlo invitando a los demás.
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